CAPÍTULO 1: LA REVOLUCIÓN PERMANENTE

Posted by SOCIALISMO REVOLUCIONARIO On sábado, 23 de agosto de 2008 0 comentarios

Veamos la famosa teoría de la revolución permanente de Trotsky, que anticipó brillantemente las fuerzas de clase involucradas en el resultado de la revolución Rusa. Rusia antes de 1917 era un sistema feudal o semi-feudal que significó la virtual esclavitud para la población. Como la India hoy, la mayoría de la población eran campesinos que sobrellevaban una existencia en pequeñas parcelas de tierra, mientras que la clase obrera urbana no tenía derechos y era explotada despiadadamente en industrias de rápido desarrollo. Rusia no había terminado la revolución democrática capitalista como lo hizo Inglaterra, por ejemplo, en el siglo XVI y Francia en el siglo XVIII. Las principales tareas de esta revolución eran la eliminación de las relaciones feudales y semifeudales en la tierra, unificación del país, y la solución del problema nacional. Esto también implicó la introducción de la democracia, el derecho al voto, la elección de un parlamento democrático, una prensa libre, y los derechos sindicales para la clase obrera. Por último, pero no por ello de menor importancia, el desarrollo completo de esta revolución liberaría la economía de la dominación del imperialismo, particularmente del imperialismo anglo francés que consideró a Rusia como virtual colonia.


Todas las corrientes de opinión dentro del movimiento de trabajadores rusos consideraban como tarea principal la completación de la revolución democrática burguesa. Sin embargo, Lenin y Trotsky diferían de los Mencheviques (miembros de la minoría del movimiento de trabajadores Social Demócrata Ruso) que creían que la tarea de la clase obrera era jugar de segundo violín a los supuestos capitalistas liberales. Los Mencheviques consideraban que estos últimos eran los agentes principales de la revolución democrática capitalista. El socialismo para ellos era la música de un futuro distante.


Al mismo tiempo, los Mencheviques vieron la revolución Rusa como un acontecimiento puramente nacional con un eco limitado internacionalmente. Con todo, el tardío desarrollo de la burguesía como clase en Rusia, y con ello un retraso en la revolución democrática capitalista, significaba que los capitalistas rusos débiles y temerosos no eran capaces de terminar esta tarea histórica. Como vemos en el mundo neocolonial hoy, los capitalistas han invertidos en la tierra y los latifundistas han invertido en la industria. Por lo tanto, cualquier intento serio por una reforma agraria desafiaría el poder de los latifundistas como también se enfrentaría a la oposición de los capitalistas y sus representantes políticos, los partidos capitalistas liberales. Esto se ha visto no solo en Rusia sino en Alemania en el siglo XIX y muy gráficamente en nuestro tiempo en África, Asia y América Latina. Una nueva fuerza emerge en Rusia, que no estaba presente en las revoluciones inglesa y francesa, era la clase obrera, que se había desarrollado como una poderosa fuerza en aquel momento, de una manera única. Trotsky precisó que la burguesía liberal estaba aterrorizada, algo absolutamente correcto como los acontecimientos demostraron; que una lucha contra el Zarismo y las capas sociales sobre las cuales se apoyaba, abrirían las compuertas a través de las cuales la clase obrera pasaría junto con el campesinado , para poner sobre la agenda sus propias demandas. Tanto Trotsky como Lenin, por lo tanto, sostuvieron que sería solo una alianza de la clase obrera y el campesinado la que podría llevar a término las tareas pendientes de la revolución democrática burguesa.


Lenin expresó esto en su fórmula de la “dictadura democrática de la clase obrera y del campesinado”.Trotsky, sin embargo, en su teoría de la revolución permanente, precisaba que el campesinado nunca había jugado históricamente un rol independiente. Debe ser dirigido por una u otra de las dos grandes clases de la sociedad, la burguesía o la clase obrera. Lenin y Trotsky coincidieron que los capitalistas no podrían llevar a cabo su propia revolución. Por lo tanto, Trotsky argumentó, la clase obrera debe asumir la dirección de la revolución, arrastrando tras si las masas en el campo. Lenin, por una parte, dejó abierta la relación exacta entre el campesinado y la clase obrera en su “fórmula algebraica”.Trotsky sostuvo eso porque la historia había demostrado que el campesinado nunca puede jugar un rol independiente en la alianza, por lo tanto, debe ser dirigida por la clase obrera. El movimiento combinado de la clase obrera en las ciudades, y una sublevación campesina total en el campo, fueron considerados por Trotsky en su teoría de la revolución permanente como la forma más probable en que la revolución se desarrollaría en Rusia.


Esto fue confirmado en Octubre de 1917. Por otra parte, había un acuerdo completo en la posición de Lenin y Trotsky entre febrero y octubre de 1917 en cuanto a como la revolución debía ser abordada. A pesar de todas las tentativas de ciertos “Leninistas” de último minuto para rebatir esto – desde los remanentes de Partidos Comunistas “Estalinizados” en el mundo neocolonial hasta ex-Trotskistas. Lenin mismo, en 1917, precisó que su fórmula anterior de la dictadura democrática del proletariado y el campesinado había sido llenada de un contenido negativo. Junto con Trotsky él indicó que ahora la tarea del proletariado era tomar el poder, apoyado por el campesinado.


Una vez conquistado el poder, Trotsky explicó, y completadas las principales tareas de la revolución democrático burguesa, el poder revolucionario procedería a las tareas socialistas dentro de Rusia, actuando también como la chispa para la revolución mundial. Y fue así como los acontecimientos se desarrollaron, con una ola revolucionaria de masas en Europa occidental - en Alemania en 1918-19, Hungría 1919, Italia con huelgas y ocupaciones en 1920, etc. Estas revoluciones fueron derrotadas solamente debido al papel traidor de los líderes de las organizaciones socialdemócratas de masas en ese entonces.


Los marxistas no idolatran “textos antiguos”; no importa cuan brillantes ellos puedan ser. Sin embargo, si una teoría es muy “vieja” y aún así prevé correctamente los eventos y procesos, es la más moderna de las teorías. Y las ideas de Trotsky son tan aplicables hoy para la mayoría de África, y para la mayor parte de Asia y de América Latina; como lo fueron para Rusia más de 80 años atrás.


La revolución democrática capitalista no se ha completado en grandes partes del mundo neocolonial. Los latifundistas y capitalistas son incapaces de solucionar la enorme acumulación de problemas, incluso mayores si los comparamos con 1917.


Previamente realizamos una comparación entre la India hoy y la posición de Rusia antes de 1917. A pesar del crecimiento significativo de la industria en las áreas urbanas, la gran mayoría de la población encuentra sus vidas oprimidas por el mantenimiento de las relaciones feudales y semi-feudales de la tierra y del régimen monstruoso que va con esto.


Tomemos otro ejemplo, el Congo, ex colonia de Bélgica. Después del asesinato de Patrice Lumumba en 1961 este '”país” fue gobernado por el régimen capitalista del gángster Sese Seko Mobutu. Una desintegración completa sobrevino con el refuerzo del tribalismo y la corrupción monumental de Mobutu y de sus seguidores que robaron la mayor parte de los activos del país. Las esperanzas de las masas empobrecidas renacieron, sin embargo, con el triunfo de Laurent Kabila en 1997. Él fue un ex colaborador del Che Guevara cuando este participó en una insurrección guerrillera en 1965.


A pesar de ello, Kabila ha aceptado, en el contexto del triunfo mundial del “mercado”, la perpetuación de todas las enfermedades del Mobutuismo que ocurrieron antes. El tribalismo y la corrupción no sólo existen todavía, sino que se han reforzado. Hay ahora la perspectiva de un terrible genocidio tipo Ruanda, desarrollándose a partir del tribalismo fratricida en el período próximo. Sierra Leone indica también que donde ninguna clase existe o posee la conciencia necesaria para llevar la sociedad hacia adelante, una recaída y una regresión terribles pueden seguir.


Así, como Lenin precisó, África, sobre la bases del comunismo, podría moverse dentro de una generación desde el tribalismo al comunismo. Solamente la clase trabajadora africana, sin embargo, vinculada al movimiento de trabajadores a nivel mundial, puede alcanzar esto. Una vez conquistado el poder, la clase obrera completara la revolución democrática burguesa y continuará con la regeneración socialista de África, a través de una federación socialista continental.

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